La limpieza de cutis diaria es un paso imprescindible en cualquier rutina beauty o para asegurar la salud de la piel; pero, además de la limpieza facial que se lleve a cabo una o dos veces al día, con productos adecuados al tipo de cutis, existe otra limpieza de cutis más exhaustiva, que se debería realizar entre una y cuatro veces al mes, dependiendo de la edad y el tipo de piel.
Desde este momento, nos vamos a referir a la limpieza de cutis exhaustiva como limpieza de cutis o limpieza facial a secas. Este ritual de belleza se puede realizar en casa o dejarlo en manos de profesionales. A continuación vamos a explicarte las ventajas de cada opción.
¿Cómo hacer una buena limpieza de cutis?
Para hacer bien una limpieza de cutis, conviene que un par de días antes dejes de usar ácidos y retinoides.
No puedes hacerte una limpieza profunda de cutis si estás con un proceso inflamatorio en la piel, como puede ser un brote de psoriasis, dermatitis seborreica y dermatitis atópica, en cuyo caso deberás esperar a que se pase.
En cambio, si hay problemas de acné, espinillas aisladas debidas a problemas hormonales o puntos negros, una buena limpieza facial, realizada de forma semanal o cada quincena, mejorará el aspecto de tu cutis de forma sorprendente (y el efecto es acumulativo, si estableces una rutina la mejoría será mayor).
Pero, quizás, lo más importante a la hora de realizar una limpieza facial es tener claro qué tipo de piel tenemos y cuáles son sus necesidades específicas. La limpieza facial exhaustiva incluye tratamientos específicos, no se limita a retirar piel muerta e impurezas, y se realiza con unos u otros productos dependiendo de la piel a tratar.
La limpieza de cutis en casa
Las limpiezas faciales caseras pueden realizarse de forma completamente artesanal, por así decirlo, o usando algunos pequeños aparatos específicos para esta tarea. No pueden ofrecer lo mismo que la aparatología de cabina, pero sirven como mantenimiento para las pieles que no presenten muchos problemas. Además, se realizan en un momento, sin pedir cita ni esperar.
- Toda limpieza facial comienza eliminando el maquillaje o posible suciedad con una loción limpiadora, que se puede sustituir por un gel de aclarado con agua en caso de pieles muy grasas.
- A continuación, si el producto de limpieza utilizado en el paso previo no lo incluye, se realiza una exfoliación mecánica. Para tal fin puedes usar un scrub jabonoso, a base de arcillas o en crema, dependiendo de si tu piel es grasa, presenta problemas de espinillas y rojeces, o es muy seca y delicada.
- Tras retirar el exfoliante, se procede a la apertura de los poros con vapor. Y, para ello, se puede recurrir a métodos de nuestras abuelas (un cazo con agua caliente) o usar una sauna facial.
- Con los poros abiertos y las manos desinfectadas, usando si es posible algún aparato o guantes, se extraen los puntos negros. Si la piel es muy sensible y presenta muchos puntos negros, es mejor ir retirándolos en sesiones sucesivas, pues va a quedar un poco inflamada de manera local unas horas.
- Ahora te toca desinfectar los poros que estaban taponados con un producto específico: aceite de árbol de té, usando una mascarilla de miel o como prefieras.
- El paso final es calmar la piel con una mascarilla (si ya has usado mascarilla de miel en el paso anterior no necesitas repetir). Este tratamiento puede ser hidratante, nutritivo, antirrojeces, antiopacidad, etc.
La limpieza facial en cabina
La limpieza facial en cabina puede variar su metodología para adaptarse a pieles con necesidades especiales. Por ejemplo, se puede aplicar la exfoliación en sesiones alternas si tu piel es muy reactiva, pero necesitas hacerte limpiezas frecuentes.
Una limpieza típica consta de los siguientes pasos:
- Limpieza para retirar restos de maquillaje e impurezas, como sucede con las limpiezas de cutis caseras. Este paso es imprescindible.
- Un primer tratamiento, que puede ser la exfoliación mecánica o estar precedido de un masaje hidratante o nutritivo, que vaya preparando la piel.
- Vapor para abrir los poros. En cabina, este vapor puede estar enriquecido con ozono, de propiedades antisépticas. El ozono ofrece muy buenos resultados en pieles con acné o impurezas y no solo en el cutis, también en hombros y espalda.
- Extracción de puntos negros.
- Cauterización, para lograr que los poros dilatados por el calor y el vapor vuelvan a su estado previo.
- Tratamiento específico con cosmética para centros de belleza y/o con aparatología: antiflacidez, antimanchas, antiacné, potenciador de la luminosidad, estimulante de la síntesis de colágeno…
- Mascarilla final o velo de tratamiento, de nuevo adaptada a los requerimientos de cada cliente.
Diferencias entre las limpiezas profesionales de cutis y las alternativas caseras
Además de la disposición de aparatos costosos, que ofrecen tratamientos muy específicos, hay marcas cosméticas que solo venden sus productos a centros de estética, spas y balnearios. Los tratamientos a base de algas de mayor calidad suelen reservarse para centros especializados, por poner un ejemplo. Si tienes conocimientos de cosmetología, podrías realizar preparados equivalentes en casa, aunque es un engorro (son de un único uso).
Resultados esperados en cada tipo de limpieza de cara
Una limpieza de cutis bien hecha, con productos de calidad, sea casera o de cabina debe dejar la piel limpia, suave y luminosa. En caso de pieles muy reactivas, podría haber enrojecimiento durante las horas siguientes, aunque los dermatólogos aconsejan que no se llegue al punto de producirse inflamación visible.
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